Los servicios de traducción son requeridos para un buen número de diversas industrias. El sistema legal, corredores de bienes raíces y cualquier corporación que trabaje con clientes extranjeros son solo algunos ejemplos de personas que buscan traductores. Incluso los centros médicos acuden a este tipo de servicio para asegurarse de que los pacientes reciban los cuidados que necesitan, y de que entienden lo que está pasando para que puedan dar una autorización informada para un tratamiento. Ya que la mayoría del trabajo es vitalmente importante por razones legales y financieras, es de vital importancia que solo hablantes con fluidez en ambos idiomas pertenecientes a servicios calificados sean elegidos para proveer la traducción.
Un servicio de traducción de inglés a español debería contratar a personas con fluidez en ambos idiomas al leer, escribir y hablar. El tipo de proyectos disponibles siempre están cambiando, así que es importante tener un personal que sea confiable, hábil y que esté listo para completar cualquier trabajo que le sea asignado. Un traductor certificado es alguien que ha aprobado evaluaciones que comprueban sus aptitudes. Garantiza que su traducción de un idioma a otro sea completamente acertada. La mayoría de las evaluaciones solo certifican a personas que traducen de un idioma a otro. Esto significa que alguien certificado para traducir de inglés a español no necesariamente está certificado también para traducir de español a inglés. Solicitar a todos los empleados una certificación para ambos ayuda a que un servicio sobresalga de entre sus competidores.
Una certificación no siempre se refiere a la persona, sino que también puede aplicar al trabajo traducido. Una traducción certificada es, de hecho, un documento firmado por una persona autorizada que trabaja en la oficina de traducción o con la persona que realizó el trabajo. La certificación valida la traducción completada y básicamente afirma que la compañía garantiza que el trabajo es acertado. Cuando el trabajo se completa para fines legales, estas certificaciones generalmente son notariadas también para otorgar protección legal para todos los involucrados.
Una certificación no es lo mismo que un título universitario en traducción de idiomas. Un título solo prueba que alguien fue capaz de completar el trabajo adecuadamente para dicho título, y no indica un nivel acerca de sus aptitudes ni revela la calidad de su trabajo. La mayoría de los certificados también deben ser actualizados regularmente para comprobar que el traductor haya mantenido sus habilidades. Organizaciones nacionales como la Asociación Americana de Traductores ofrecen exámenes de certificación que, al ser aprobados, son prueba útil de las habilidades de las personas con referencia a los idiomas indicados en el documento. La evaluación es exhaustivo y requiere un nivel alto de precisión para recibir la certificación. Sin embargo, una membresía con su organización está disponible para cualquier persona y eso por sí solo no otorga ninguna prueba de habilidades.
Hay un sinnúmero de idiomas por aprender o en los cuales mejorar, pero muchas personas han descubierto que un servicio de traducción de inglés a español ofrece la mejor oportunidad para una variedad de trabajos. La población hispana en América del Norte continúa creciendo y cada negocio se beneficia cuando son capaces de comunicarse efectivamente con una base de clientes tan grande como esta. Mantenerse certificado es la manera más fácil de comprobar habilidades a clientes potenciales y para asegurar más trabajo dentro de este campo tan lleno.